Random writing to let people know what I've gotten out of different situations that happen to my life. Especially when I want to learn from them and not forget the way I lived through them, suffered them or faced them. Son solo escritos que me gusta compartir acerca del entendimiento que obtengo en las diferentes situaciones que pasan en mi vida. Especialmente cuando quiero aprender algo de ellas y no olvidarme de como las viví, las sufrí o las enfrenté.
Wednesday, August 19, 2009
2nd part of: What kind of woman do I strive to be?
Tuesday, August 18, 2009
What kind of woman do I strive to be? 1st part
Monday, August 03, 2009
Sobrellevar el dolor de perder a un ser querido
Norita era una señora a quien tuve la fortuna de toparme en mi vida mientras estaba siendo voluntaria en una casa de reposo, también conocida como asilo. Yo la conocí porque me asignaron ayudarla a aprender a jugar dominó cubano. La situación era que ella estaba buscando alguna distracción, no para ella sino para su vecina de cuarto quien estaba pasando por una depresión muy fuerte.
Nora siempre fue resplandeciente, literalmente brillaba como el sol. Su cabellera rubia platinada, sus ojos llenos de vida e incluso su voz siempre fueron reconfortantes para quien cruzara con ella un saludo o una palabra. Entre ella y yo organizabamos eventos los domingos para el resto de las compañeras, entre jugar dominó, ver una película, jugar algún juego de mesa o alguna actividad manual, hacíamos que el domingo fuera divertido para aquellas personitas que no tienen familiares que los visiten o que simplemente han sido olvidados por los mismos.
Norita no recibía visitas, Norita no recibía regalos, Norita no recibía sonrisas... las ofrecía. Ella estaba al pendiente de las necesidades de cuantos se cruzaran por su camino, compraba regalos para demostrar su cariño y siempre tenía una sonrisa para los demás.
Uno de los sucesos más importantes en los últimos cuatro años de mi vida fue el haber empezado a asistir a este asilo. Cuando uno voluntariamente da sin esperar nada a cambio termina recibiendo mucho, muchísimo más de lo poco que dió.
Este domingo(hace dos días) iba entrando al asilo cuando me informaron que ella había fallecido el Viernes por la noche y que ya había sido sepultada. ¡Que dolor tan grande! No daba crédito a lo que escuchaba. Y la razón principal por la cual no daba crédito era porque yo no me había enterado, nadie de las personas que laboran en aquel lugar que he pasado muchísimos domingos de los ultimos tres años de mi vida pudo darse a la tarea de preguntar quien tenía mis números telefónicos.
Norita había estado en una lucha contra el cáncer. Un cáncer que la atacó hacía años y venció una vez, pero regresó y esta vez ella no pudo vencerlo. Fue muy triste verla sufrir, quejarse y escucharla suplicar que le quitaran sus dolores. No quiero entrar en detalles para describir cuanto sufrió pero supongo que con esto será suficiente para que entiendan por qué es la primera vez que yo le he pedido a Dios que tenga misericordia de ella y mejor se la llevara a su lado.
Este Sábado en la madrugada me desperté llorando. Le dije a mi marido que algo le había pasado a Norita, que soñé que estaba muerta y me dijo que no me preocupara que había sido una pesadilla. Volví a dormir y la soñé de nuevo. La soñé en un traje muy lindo que no puedo recordar el color pero elegante como ella solía vestir. Traía el cabello largo, yo nunca la conocí con cabello largo y no era su estilo, pero al verla así me imaginé que era más joven. Me preguntaba que sí quería tomar algo ( como cuando me decía cada vez que la visitaba ) y que nos fuéramos de compras que tenía algo que hacer. Cuando desperté de nuevo le dije a mi esposo que para Dios nada era imposible y que debíamos de pedir por un milagro, tal vez por eso la había soñado ya recuperada, pero la realidad era que yo preferí aferrarme a ese pensamiento.El milagro sí sucedió; solo no de la forma que yo lo pedí. Dios en su infinita misericordia se la llevó a su lado para que no estuviera sufriendo como hacía más de un año , y yo ví lo feliz que estaba.
Dado al crecimiento espiritual que he tenido en los últimos años, mientras ella estuvo enferma, sobretodo la última semana, donde me dijo cosas hermosas yo pensé que yo iba a estar resignada en cuanto esto sucediera, y no solo resignada sino feliz de que ella estuviera gozando de la presencia de Dios.Pero no fue así.
La verdad es que aunque sé perfectamente que ella está mejor y que ya no sufre, no encuentro consuelo. Lloro cada vez que pienso en ella y en lo que me decía y escucho su voz cuando me decía "querida Claudia". Para empezar el hecho de haberme enterado que había fallecido de esa manera me hizo tener un ataque de frustración, de coraje, de sentimiento. ¿Porqué no había estado yo ahí? ¿Por qué no pude estar presente en su misa de despedida?. Ella se despidió de mí a su manera. Luciendo bella, impecable como siempre lo hacía. Yo sin embargo, sigo triste. Me encuentro en este momento escribiendo para tratar de desahogar esta pena que tengo.
En mi frustración y mi enojo por no haber sabido con tiempo lo que había pasado mi primer reacción fue que no quería volver a pararme en la casa de reposo.
En mi mente lo primero que pensé era que yo no era alguien tan importante, por eso quienes trabajan ahí realmente no hicieron el esfuerzo por encontrame, tampoco era miembro de su familia por lo cual, si no me enteré, era por que yo no había estado al pendiente, .....y fueron tantos sentimientos encontrados... culpabilidad, frustración, pena.Fue entonces cuando algo me dijo que debía hacer una llamada. Marqué al asilo para hablar con otra de las personas que visito cuando voy ahí, una hermosa mujer a quien también he llegado a admirar y a querer muchísimo, Jesusita, una de las más cercanas amigas de Norita. Titubée en marcarle ese domingo para que me dijera lo que había sucedido para no ponerla más triste de lo que intuía ya se encontraba. Al hablar con ella y contarle como me sentía, hubo una palabra que me resonó hasta lo más profundo de mi alma:
"No dejes de venir chiquita, no nos dejes, te necesitamos" y me hizo incapié en que me esperaría en 8 días más.Llorando en mi cama recordé lo que me dijeron desde el momento en que decidí ser voluntaria de una casa de reposo de adultos mayores
" lo único que te pedimos, el día que decidas si vas a venir aquí , es que entiendas que a veces uno se encariña con las personas, e inevitablemente más temprano que tarde ellas se irán, y eso no deberá desmotivarte para seguir en este camino porque hay cientos de personas más que te seguirán necesitando" y entonces decidí regresar ese mismo domingo a llorar junto a Jesusita nuestra reciente pérdida, después de todo éramos compañeras del mismo dolor. Fue una sorpresa para mí que al platicar con ella me di cuenta que ella me necesitaba tanto como yo a ella. Que mi misión en ese lugar no se había terminado aún y que Norita estaría más contenta si yo seguía acompañando a sus amigas mientras me sea posible.Sobrellevar el dolor de perder a un ser querido no es sencillo. Estar cerca de Dios, hace la diferencia, pero el dolor que se siente al saber que no volverás a pasar tiempo con esa persona es tan grande que sin saber como tus lágrimas no dejan de brotar mientras te acuerdas de la persona. Y te vienen tantas preguntas y tantos porqués a la mente... Y no sabes que hacer y a veces rezar no pareciera surtir el efecto esperado.
He estado ocupando mi mente en el trabajo, me distraigo para no estar sola con mis pensamientos, y entre los consejos que me han dado hay uno que es el que más me ha hecho efecto:"
Tienes que llorar tu pérdida. Si estas triste no tienes porqué demostrar que no lo estás. Si no tienes ganas de hablar no hables, si tienes ganas de escribir escribe si eso aligera tu dolor" .Mi esposito me dijo que en la Biblia dice (lamento que en este momento no tengo la cita) que Dios restaura nuestros cuerpos una vez que llegamos ante Él. Eso me hace llorar sobretodo de alegría, porque cuando me dijo eso recordé mi sueño y Norita estaba perfectamente bien, caminando con su paso rápido, sonriendo y ofreciendo algo de beber, tal y como vivió su vida: ofreciéndo algo de ella a todos. Y ese sueño fue muy real.
Lamento no tener una fórmula para sobrellevar el dolor de perder a un ser querido. Al momento les puedo decir que es la certeza de que ella está en el cielo la que hace que mis lágrimas se detengan. Que es el seguir compartiendo mi tiempo con las demás personas que siguen necesitando de mi apoyo lo que me hace sentir menos triste. Que el amor de mi esposito, su consejo y sus palabras de aliento también son un consuelo grande. Que al escribir esto y hacerles a usedes conocer un poco sobre la gran mujer que conocí me hace sentir menos triste. Que quienes cruzaron su camino con el de ella fueron inmensamente bendecidos porque ella siempre dió sin esperar nada a cambio. Y eso la hacía feliz, no necesitaba más.
Dios es el único que nos saca de nuestra tristeza. Es difícil escucharlo cuando acabas de perder a alguien. Norita amaba al Señor completamente y tenía una Fé inmensa. Ella hablaba de Él en cada oportunidad y nos hacía sentirlo presente. Quienes la conocimos de verdad sabemos que así fue... sin embargo, por esta ocasión, no voy a decir
"hay que ofrecerle a Dios nuestro sufrimiento". En este momento, y en la etapa de luto en la que me encuentro solo puedo decir que estoy enojada, que no sé exactamente con quien pero tengo coraje, y que necesito seguir llorando mi pérdida con mis seres queridos. Que si no quiero hablar o salir y solo quiero estar en mi casa, o si necesito ir al cine o visitar a alguien para distraerme, necesito respeto a ese sentimiento porque dentro de mi mente y de mi corazón sé perfectamente que cada vez que me sienta en las condiciones adecuadas, volveré a escuchar a mi Dios, quien estará detrás de mi para hacerme saber como sobrellevar un día más el dolor, de perder a un ser querido.Te amamos Norita.